-
Ángela Moyano y María Luisa Jiménez se hacen con el bronce en categoría cadete, mientras que Sara Arenas quedó subcampeona con la selección infantil
Diego Arenas – balance del Cto. de España de Selecciones Autonómicas de bádminton
El bádminton ruteño ha sumado un nuevo éxito, en este caso de la mano de la Selección Andaluza. En concreto, tres jugadoras locales han tenido un papel protagonista en dos de las secciones de nuestra comunidad que han participado en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas en Edad Escolar e Inclusivo (CESA 2024). La cita, organizada por el Consejo Superior de Deportes y las Federaciones Andaluza y Española de Bádminton, se ha desarrollado del 20 al 23 de junio en el Palacio de los Deportes Carolina Marín, de Huelva. Allí han estado Sara Arenas y Ángela Moyano, de Club Deportivo Volante, y María Luisa Jiménez, con ficha aún de Club Bádminton Rute, aunque afincada en el Centro de Tecnificación de la capital onubense.
- Ángela y María Luisa han competido en categoría cadete, y Sara en infantil, contribuyendo todas de forma decisiva al palmarés de Andalucía
Ángela y María Luisa han competido en cadete, mientras que Sara lo ha hecho en categoría infantil. Las tres han contribuido de forma decisiva al palmarés de la Selección Andaluza. Nuestra comunidad ha quedado campeona en la modalidad de inclusivo, donde ha sobresalido el internacional Iván Segura. Además, Andalucía ha sido subcampeona en infantil y tercera en cadete. Para Ángela Moyano, esta edición ha supuesto su debut en este torneo. Su compañera de club estuvo el año pasado, pero se tuvo que “conformar” con el cuarto puesto. Por tanto, ahora ha subido por primera vez al podio. En cuanto a María Luisa Jiménez, este bronce es un acicate en su progresiva vuelta al máximo nivel, tras el calvario sufrido en los dos últimos años con las lesiones.
El entrenador de Volante Diego Arenas subraya el carácter “emocional” de este campeonato. El concepto de equipo fomenta el compañerismo entre los participantes para que animen “como una piña”, viviéndolo “con intensidad, pero también con los nervios a flor de piel”. De hecho, cada enfrentamiento entre selecciones autonómicas tenía un formato similar al de la Liga Andaluza o la Liga Nacional. Las eliminatorias se jugaban al mejor de siete partidos (los tres de dobles y dos individuales de cada sexo). Asimismo, la normativa impedía que ningún jugador o jugadora pudiera competir en más de dos, lo que exigía una concienzuda preparación estratégica.
